miércoles, 9 de noviembre de 2016

LAS ELECCIONES EN EEUU Y EL TRIUNFO DE DONALD TRUMP



Es sabido que las ideas dominantes, en cada sociedad, son las ideas de la clase dominante. Y, cuando hablamos de ideas, nos estamos refiriendo tanto a los aspectos ideológicos (religiosos, filosóficos, sociales, políticos, etc.) como a los conceptos éticos y a los valores morales.

Pues bien, el triunfo del candidato republicano Donald Trump en las elecciones norteamericanas celebradas ayer, representa el triunfo de los valores más reaccionarios y retrógrados de la ideología burguesa, como son: el individualismo y la insolidaridad, el machismo, el racismo y la xenofobia, etc. Podría decirse que todos ellos representan la decadencia social y la descomposición moral de la actual sociedad norteamericana y de su sistema económico y político.

Pero esto no es todo, sino que el triunfo de Donald Trump introduce un poderoso factor de incertidumbre en la economía internacional así como en las relaciones interestatales. Lo cual, podría verse reflejado tanto en el mismo interior del actual bloque imperialista hegemónico, hasta ahora capitaneado por EEUU, como en las contradicciones que enfrentan a éste con el bloque ascendente, dirigido por China y Rusia.

En cuanto a las relaciones entre los componentes del primer bloque, que podríamos denominar “bloque occidental”, el que EEUU adoptase una postura “aislacionista” o proteccionista, podría repercutir decisivamente en la marcha de las actuales negociaciones sobre el TTIP entre EEUU y la UE.

Igualmente podría afectar a las relaciones entre EEUU y el resto de los países europeos que se integran en la OTAN, especialmente con los países que formaron parte del antiguo “bloque del este” y también con Turquía. En ese mismo sentido, también podría influir en las relaciones entre EEUU y sus principales aliados en Oriente Medio, principalmente con Israel y Arabia Saudita (país con el que sus relaciones ya han sufrido un importante deterioro).

Por otra parte, también hay que tener en cuenta sus posibles repercusiones sobre el desarrollo de las contradicciones inter-imperialistas. Actualmente hay varios escenarios en los que de una u otra forma se enfrentan los intereses geoestratégicos de ambos bloques.

Así, en Europa, está la situación creada en Ucrania, con la incorporación voluntaria de Crimea a la Federación Rusa y la independencia, de facto, del Donbass, lo que ha dado lugar a la adopción de una serie de sanciones económicas y comerciales por parte de la UE y EEUU contra Rusia, que han tenido importantes repercusiones económicas para esta última; así como las diversas maniobras provocadoras de la fuerzas OTAN en las fronteras con Rusia y en el Mar Báltico.

Otro punto de tensión es la situación existente en Oriente Medio, especialmente en Siria e Irak, y también en Yemen (aunque en este último conflicto no se da una intervención directa por parte de EEUU ni de Rusia, sino de algunos de los aliados de aquella, como Arabia Saudita y los Emiratos del Golfo Pérsico).

Además, también hay que tener en cuenta la situación de crisis en el Mar de la China Meridional, en la que se están produciendo tensiones crecientes entre varios países de la zona, como China, Vietnam, Filipinas, Malasia, Brunei y Taiwán, en torno a la soberanía sobre los archipiélagos de las islas Paracelso y Spratly; y donde EEUU toma partido abiertamente en contra de los intereses chinos. Una situación en la que también se podría ver involucrado el otro gran aliado de EEUU en la región de Asia Pacífico, como es Japón.

Por último, una posición proteccionista de EEUU limitando las importaciones de mercancías chinas, podría perjudicar gravemente a la economía de este país y hasta podría llegar a desencadenar una “guerra comercial” entre ambas potencias.

Todas las opciones están abiertas. Pero, lo cierto es que la incertidumbre que se ha creado a raíz del triunfo electoral de Donald Trump, crea un clima que puede contribuir a desacelerar la economía y a provocar una reactivación de la crisis global del capitalismo que, por cierto, todavía no había llegado a su fin. Al igual que también puede contribuir a una acentuación del peligro de guerra entre las distintas potencias.